Siguiendo el orden de vistas desde la
terraza del
Parador tenemos ésta que no deja indiferente a nadie. Se trata de la vista de Curavacas por su vertiente sur-sureste.
Es nuestra
montaña más representativa y además enteramente palentina. Es llamativa por su altura -2525 m- y por una serie de circunstancias más. Su aspereza, el material por la que está formado -conglomerado que ha merecido un nombre exclusivo en geología- conglomerado de Curavacas, su
color entre el verde y el negro -verdinegro- y una relación de amor y muerte con los humanos.