A principio de los años setenta hay un aluvión de artículos en los medios de comunicación –periódico y emisora locales- sobre el lugar de emplazamiento del
Parador. Para disipar dudas una comisión amplia de autoridades provinciales visitó los tres lugares que se planteaban como posibles.
El
Puerto de Piedrasluengas, el Vallegón y un lugar dominante en la
carretera Cervera-Triollo-Guardo. Después de la inspección ocular, en votación salió por una amplia mayoría el tercero. Un lugar con una vista singular de la
Montaña Palentina, cercano a Cervera. A principio de los setenta se asienta el lugar con una visita excepcional. Se ha despejado el lugar y allanado para consolidarlo.
El Gobernador civil.
El Presidente de la Diputación.
El Delegado de Turismo.
El Alcalde de Cervera.
Y como testigo de excepción el Capitán general de la Región.
Todos entusiasmados por el lugar elegido, a pesar de que el día no acompañó y cubrió de
nieblas el panorama.
Aún tardaría unos años en ser una realidad. Primero los planos del
edificio y gestionar los permisos necesarios, ya que el lugar pertenecía a otro
ayuntamiento,
San Martín de los Herreros y concretamente uno de sus lugares,
Ruesga.
La reciente incorporación de ese Ayuntamiento, que en esos años pasó de ser un Ayuntamiento con solo una población, Cervera, a tener más de 20 agregados, facilitó las gestiones.