la
fiesta de
San Cristóbal que había cogido singular empuje, se materializó en una pequeña
capilla construida en los setenta, en un pequeño enclave a la orilla del Ribera y de la
carretera de
Palencia. El hombre clave de aquella idea, fue un conductor de O. P. llamado Enrique Delgado, conocido popularmente por "Prisas".