Una flor de sobra conocida en este lugar, ya que es una de sus producciones específicas. La Solanum tuberosum vino de América con los españoles y salvó del hambre a muchísima gente y especialmente a la de las regiones montañosas. Es una Solanácea y por tanto con tendencia a plantas tóxicas, incluso ésta. Por suerte solo la parte aérea y no la comestible.