Hacia la derecha de la subida al
Castillo está la calzada que permite subir a todos a la
Iglesia. Es importante y ha sido remodelada varias veces. Este aspecto no es el de ahora mismo. La
casa que hay a la izquierda perteneció a un labrador que murió sin descendencia y ahora es de Lorenzo, un enamorado de Cervera que la ha restaurado magníficamente.