ES una
casa que debe haber sufrido varias transformaciones. En el siglo XX perteneció a un procurador de los tribunales, Don Mariano Doce, que vivió en ella con dos cuñadas hasta su muerte. Más tarde terminó siendo de Pedro Ramos, procedente del la
familia Gasolina, nombre comercial de la familia. A Pedro un golpe de suerte le hizo rico y ha dejado esta casa preciosa... respetando los vestigios antiguos de la casa...