Y en esta
calle corta hay muchas sorpresas, debe ser por eso el nombre, Calle del Recreo, aunque yo más usurparía el nombre a otro
rincón llamado El Callejón de Misterio... Cerrado con una
puerta metálica, hay de todo, incluso una pared de adobe tal cual y lo más irreal, un diablo colgado de una cuerda...