Pocos se acuerdan que ese cuadro fue vendido para poner calefacción en la Iglesia parroquial de Santa María del Castillo, donde se halla. Por suerte para el patrimonio artístico de Cervera, muy desbaratado y malvendido durante muchos años, el pueblo se "sublevó" y en una histórica sesión en el antiguo cine de Cervera consiguió que el Párroco se volviera atrás en la venta.
Y es que la indignación fue tremenda al enterarse de que, el cuadro había viajado a Palencia envuelto en un saco de arpillera, en la caja de un camión que llevaba carbón a la capital y sobre esta mercancía.
Y es que la indignación fue tremenda al enterarse de que, el cuadro había viajado a Palencia envuelto en un saco de arpillera, en la caja de un camión que llevaba carbón a la capital y sobre esta mercancía.