Juanares, a ver sí en mejor tiempo me doy una vuelta por Colmenares. Otra información que faltaba. Vicente, el de Resoba, vendió toda la propiedad a un exalumno de nuestro colegio, conocido universalmente por “MONCHU”, que era constructor en aquellos tiempos de finales del siglo XX, hasta que la crisis del XXI le dejó hundido. Y fue el que vendió la casa y una pequeña parte de la huerta al matrimonio que hemos citado. Parece ser con la condición de conservarla. (Un detalle muy importante).
El resto de la huerta, la convirtió en viviendas para venderlas… Con fachadas a la Calle Libertad y a la nueva calle surgida por la cubierta del cuérnago…
Soy licenciado en Geografía e Historia, así que cualquier historia por mínima que sea, de la zona me interesa. Es posible que haya en la Villa algo que nos informe de su constructor y primer dueño. Ayuntamiento, Registro de la Propiedad… Ya noticias de contemporáneos, serán imposibles…
El resto de la huerta, la convirtió en viviendas para venderlas… Con fachadas a la Calle Libertad y a la nueva calle surgida por la cubierta del cuérnago…
Soy licenciado en Geografía e Historia, así que cualquier historia por mínima que sea, de la zona me interesa. Es posible que haya en la Villa algo que nos informe de su constructor y primer dueño. Ayuntamiento, Registro de la Propiedad… Ya noticias de contemporáneos, serán imposibles…
Alejandro he esperado a contestarle porque yo creía que había oído contar "historias" de esa casa pero quería confirmarlas y hasta hoy no lo ha podido hacer.
Quien vendió la casa a D. Gregorio fue D. Tomas, el de la farmacia. Esa casa se la conocía como la casa de los tuberculosos porque en ella vivieron y murieron familiares del dueño que padecieron esa enfermedad. Recordar que los antibióticos se descubrieron en 1928, lo que hacia que la enfermedad fuese mortal. A D. Gregorio le aconsejaron que no la comprase por temor a contagios. Es evidente que no hizo caso porque él decía que era suficiente con cambiar los pomos de las puertas y así lo hizo. Ni él ni su familia sufrieron el contagio de la enfermedad. Esta es la historia que recuerda mi madre de esa casa que visitó en numerosas ocasiones
Espero que estos datos le sean de ayuda
Quien vendió la casa a D. Gregorio fue D. Tomas, el de la farmacia. Esa casa se la conocía como la casa de los tuberculosos porque en ella vivieron y murieron familiares del dueño que padecieron esa enfermedad. Recordar que los antibióticos se descubrieron en 1928, lo que hacia que la enfermedad fuese mortal. A D. Gregorio le aconsejaron que no la comprase por temor a contagios. Es evidente que no hizo caso porque él decía que era suficiente con cambiar los pomos de las puertas y así lo hizo. Ni él ni su familia sufrieron el contagio de la enfermedad. Esta es la historia que recuerda mi madre de esa casa que visitó en numerosas ocasiones
Espero que estos datos le sean de ayuda