En los cerros situados al Nordeste del casco de la villa de
Cevico de la Torre, fueron hallados, hace bastantes años, restos celtíberos, por tanto puede decirse que ya habia un nucleo habitado entonces.
Dicho poblamiento continuó en tiempo de los
romanos, pues también fueron halladas, en su término, monedas
romanas de plata, entre las que figuraban denarios de Julio César, Tibero y Calígula.
Se sabe con certeza, que este término estuvo poblado en tiempos mozárabes (siglos VIII y XI), pues fueron hallados sarcófagos de esta época en un montículo situado a unos 1500 metros, aproximadamente, al oeste del casco de la villa. También fueron halladas en este término municipal, monedas árabes ("dirhemes"). En el último tercio del siglo IX, al ser reconquistada esta zona por las tropas cristianas de Don Alfonso II "El Magno", fue fortificado y repoblado este lugar, el cual más tarde, sería Cabeza de Alfoz. Todo parece indicar que la "torre"
medieval de Cevico se hallaba ubicada en el montículo donde hoy se asienta el templo parroquial de
San Martín de Tours. Es probable que, en la construcción de esta
Iglesia de San martín, fueran aprovechadas las
piedras de dicha torre desaparecida.
En 1059, figura el lugar de "alio Cevic" ("el otro Cevico") en un documento (donde ya se menciona a "Cevic Nabero"), y que corresponde a Cevico de la Torre. En este documento el Rey Don Fernando I confirmó las donaciones que hizo su padre Don Sancho "El Mayor" a la Diócesis de
Palencia, restaurada por éste último en 1035 (59/I/120). En 1119, la Reina Doña Urraca de Castilla hizo donación de la villa de Cevico de la Torre a favor de su cohermana Doña Estefanía Armengol, nieta del Conde Don Pedro Ansúrez (89/I/125 y ss.).
En el siglo XII, fue construido el primitivo
palacio que perteneció, en el transcurso del tiempo, a distintos personajes de la nobleza entre los que figuraban el Duque de
Arcos y el Conde de Oñate. Dicho palacio estuvo defendido por cuatro
torreones, barbacana y
muralla. Hoy, sólo quedan restos de dicho
edificio.
La
Ermita de Nuestra Señora de
Palacios (juanto al
cementerio de la villa) perteneció a los Caballeros del Temple, y en el siglo XIII, fue construido el
Monasterio de Aguachal. En 1255, el Rey Don Alfonso X dio a Doña Mayor Arias, viuda de Garci Fernández, Mayordomo Mayor de la Reina Doña Berenguela en recompensa de sus servicios, el señorío y demás derechos pertenecientes a la Corona, en Cevico de la Torre, excepto el ejercicio de la Justicia y el tributo llamado de moneda; pero, dicho monarca mandó destruir la "torre" y prohibió que, lo sucesivo, en esta villa se construyera ningún
castillo ni torre, sin previa autorización suya (77/120).
Existían en esta villa dos templos parroquiales: la primitiva Iglesia de San Martín -anterior a la actual, de la misma advocación- y la Iglesia de
Santa María, hoy desaparecida. Ambos
edificios, quizá, fuesen de estilo
románico. En 1352, -en lo civil- Cevico de la Torre era lugar solariego de la Merindad de Cerrato y pertenecía a Don Nuño y al Señor de
Vizcaya. El señorío de esta villa pasó después a los Condes de Oñate, herederos de los Señores de Vizcaya.
En 1474, existían judíos en Cevico de la Torre. Por el repartimiento de tributos efectuado dicho año por Rabbi Jacob Aben-Núñez, a las aljamas de Cevico de la Torre,
Castrillo de Onielo y Pinilla, se sabe que dichas juderías pagaban, en conjunto, 700 maravedíes (77/216).
A mediados del siglo XVI, Cevico de la Torre era señorío de Don Rodrigo Manuel (77/122). En el último tercio del siglo XVI, se construyó la actual Iglesia Parroquial de San Martín, que vino a sustituir al primitivo templo de igual advocación, sin duda, por hallarse éste en
ruinas. La edificación de este templo
monumental, que subsiste en la actualidad, fue encargada a Francisco del
Río, maestro de cantería, de la Merindad de Trasmiera, pero éste, en 1580, tuvo que traspasar la ejecución de dicha obra a Pedro y Francisco del Río, ambos, maestros de cantería de la misma Merindad, ya que, el primero de los citados no pudo cumplir su compromiso por estar al servicio del Rey Don Felipe II, en la grandiosa obra del Monasterio de El Escorial. Esta monumental Iglesia Parroquial de San Martín es renacentista y está ubicada sobre un montículo al que se sube por una gran escalinata de
piedra.
En 1752, Cevico de la Torre era villa de señorío de la Provincia de Palencia, con Gobernador y Teniente. Pertenecía al Duque de Arcos, Maqueda y Nájera. Su población era de 302 vecinos y había 216
casas habitables y 3 inhabitables. Entre los edificios habitables figuraba el Palacio del Duque de Arcos.
En 1785, Cevico de la Torre era villa de señorío secular del Partido de Cerrato en la Provincia de Palencia con Alcalde Mayor nombrado por el Duque de Nájera. En Cevico de la Torre residieron, en diferentes épocas, bastantes personajes de la nobleza. Los vecinos de esta villa que probaron su hidalguía en la Real Chancillería de
Valladolid, fueron Don Diego Angulo (año 1559) y Don Lorenzo de Barona Santiago (año 1770). Además, algunos edificios ostentaban
escudos heráldicos de los Oñate, Aguirre, Monedero, Salas y Nieto.
En 1826 además del templo parroquial, existían cinco
Ermitas, de las cuales, una -Nuestra Señora de Palacios-, pertenecía a la Orden de San Juan y fue Iglesia de los Templarios en la Edad Media. Entonces, esta villa seguía siendo Cabeza de Arciprestazgo en la Diócesis de Palencia y, además de la Iglesia Parroquial de San Martín, subsistían las Ermitas de Nuestra Señora del
Monte, Nuestra Señora de Palacios y santa Ana. También existía el Palacio del conde de Oñate.