Nadie deja su tierra por gusto. Cuando por razones de trabajo hay que coger la maleta y meter las cuatro cosas más imprescindibles para viajar, en busca de de un empleo con el que ganar los garbanzos para los nuestros, se pasa un mal trago, ; cuando llegas al Murallón y giras la vista un momento contemplando aquello que fué tu niñez y tu juventud y que lo dejas, a pesar de todo, porque los medios de vida de nuestro pueblo no son suficientes para tantos habitantes.
Por eso, cuando llega el tiempo de vacaciones y podemos regresar algunos días a nuestro lugar (el que nunca quisimos dejar), la alegría es inmensa y las ganas de regresar incontenibles.
Otro verano y otro retorno. !Cevico: que gusto poder descansar en una de tus casas!
Un saludo muy cariñoso a todos los ceviqueños.
Por eso, cuando llega el tiempo de vacaciones y podemos regresar algunos días a nuestro lugar (el que nunca quisimos dejar), la alegría es inmensa y las ganas de regresar incontenibles.
Otro verano y otro retorno. !Cevico: que gusto poder descansar en una de tus casas!
Un saludo muy cariñoso a todos los ceviqueños.