El
río Burejo antes de llegar al
pueblo, un poco más abajo de donde nace, en esta época con bastante caudal y corriendo las
aguas entre guijarros redondos. Es un río modesto pero que define el
valle de la Ojeda a su paso, y también muy literario: Camilo José Cela lo menciona en uno de sus libros, así como también Rafael Sánchez Ferlosio parece describir el
paisaje de su desembocadura en el Pisuerga en su cuento-novela "Alfanhuí".