Me gusta especialmente esta
foto porque parece una imagen de cuento:
montañas,
árboles, rayos dorados de sol bañándolo todo... y sin embargo era mucho más bonito verlo en persona. Silencio sólo interrumpido por el murmullo del
agua del
río entre las
piedras; algún pájaro graznando en la lejanía... y una apacible brisa que todavía no es fría, a pesar de que estamos en diciembre.