Existe una
tradición de
Colmenares que afirma que las velas que iluminan cada año el
monumento del Juevas
Santo, son eficaces para alejar las
tormentas y nublados dañinos para las cosechas. Así que es usual que, cuando llega el
verano y se comienzan a escuchar truenos a lo lejos,
señal de una inminente
tormenta que podría traer "pedrisco", inmediatamente se enciende la vela del Monumento y se coloca en la
ventana. Antiguamente, había muchos ritos y
costumbres asociados a las temidas tormentas de
granizo. Se tocaban las
campanas, se sacaban imágenes, se recitaban oraciones...