Entre las escenas del Bautismo y la Resurreción de Cristo de la pila bautismal hay dos representaciones simbólicas difíciles de descifrar. En la foto vemos una de ellas. Se trata de un animal monstruoso de la mitología clásica, un grifo, con garras de león y cuerpo de ave. Se le represnta enredado en un maraña vegetal. Tradicionalmete se ve al grifo en la plástica románica como símbolo del pecado. En este caso sería el pecado que queda vencido y borrado por el sacramento del Bautismo.
De todas formas, es posible también que se quiera representar un Ave Fénix, símbolo antiguo del renacimiento a una nueva vida. Si así fuera este símbolo adquiriría un significado positivo.
En cualquiera de los casos esta representación demuestra el gusto del hombre románico por la mitología y los elementos monstruososos, extraños y fantásticos, que se unen inseparablemente a lo sacro.
De todas formas, es posible también que se quiera representar un Ave Fénix, símbolo antiguo del renacimiento a una nueva vida. Si así fuera este símbolo adquiriría un significado positivo.
En cualquiera de los casos esta representación demuestra el gusto del hombre románico por la mitología y los elementos monstruososos, extraños y fantásticos, que se unen inseparablemente a lo sacro.