A la vista de esta
casa, recuerdos de mi infancia, dos o tres
casas más adelante, estaba el
horno de
pan de Anselmo (creo que se llamaba así), donde se cocían unos panes redondos, que tenías que
comprar dos para que uno llegara a casa, porque el otro te lo comías por el
camino; y las tortas del mismo material seguian el mismo destino.
Se relame uno solo con recordarlo.
En el recuerdo entran los
amigos como Ladys, y su
familia.
¡Hermosos recuerdos que no volverán!.
Un saludo nostálgico de Eduardo.