El molino lo compró Begoña Martín, (esa chica que pintaba tan bien y que luego, trabajando como profesora de dibujo en Oviedo llegó a dar clases al mismísimo Fernando Alonso) hija de Felisa y Domingo oriundos de Congosto y residentes en Palencia capital. Lo reformó completamente(el molino) hace ya muchos años aunque sigue pasando por debajo el agua del cuérnago.