¡Yo diría que la casa bajita que se ve al fondo era lo que yo conocía como una herrería, a la izquierda según se ve había un corto callejón cuyo frente era una portada, que daba entrada a la casa de Jesús Vicente, marido de Elena Villalva, y en la entrada de dicho callejón, a la izquierda, había un local donde cortaban el pelo, era un local pequeño pero muy ameno.
¡Que recuerdos!
¡Que recuerdos!