Amigo José Antonio Mulero Cardero; lo primero desearte a tí y a tu familia un Feliz Año 2009, que Dios te conceda todo cuanto deseas porque tus manifestaciones de agradecimiento a las personas de las tierras de la Montaña Palentina, te hacen merecedor de ello.
Es cierto y suscribo cuanto dices en tu comentario sobre los tiempos de la trilla, de las situaciones de las familias, del trabajo que suponía el pasar horas y horas al sol, con el lento caminar de los bueyes ó las vacas sobre la parva, el susurro del troncharse las cañas del trigo, al pasar por encima el pedernal de los trillos, que generalmente solían ser dos en sentido inverso, con esto se aceleraba la trilla que solía durar desde la once de la mañana hasta las cinco de la tarde, hora que se solía recoger la parva y se amontonaba, con el fin de despues, beldarla y separar el grano de la paja.
Cuando se finalizaba la trilla, se solían dejar las vacas y bueyes en libertad que eran conducidos a los distintos valles para pastar hasta las nueve de la noche, hora en que solían dirigirse, por instinto los animales, hacia sus respectivas cuadras, en las diversas casas del pueblo.
Fueron muchos veranos, viviendo lo que has expresado en tu comentario, y que has refrescado en mi memoria, todo cuanto viví en mi niñez y juventud, y que ha pasado por mi cerebro, como si se tratara de una película de cine, solo que fué una realidad en mis recuerdos.
Celebro y doy gracias a Dios que la vida te cambiara para mejor, porque la persona agradecida, como es tú caso, se lo merece.
Reitero mis deseos de Felicidad para tí y tu familia en el próximo Año 2009 en el que vamos a entrar, y para todos los oriundos de Congosto que tan buenos momentos nos hicieron pasr.
Con afecto.
Eduardo.
Es cierto y suscribo cuanto dices en tu comentario sobre los tiempos de la trilla, de las situaciones de las familias, del trabajo que suponía el pasar horas y horas al sol, con el lento caminar de los bueyes ó las vacas sobre la parva, el susurro del troncharse las cañas del trigo, al pasar por encima el pedernal de los trillos, que generalmente solían ser dos en sentido inverso, con esto se aceleraba la trilla que solía durar desde la once de la mañana hasta las cinco de la tarde, hora que se solía recoger la parva y se amontonaba, con el fin de despues, beldarla y separar el grano de la paja.
Cuando se finalizaba la trilla, se solían dejar las vacas y bueyes en libertad que eran conducidos a los distintos valles para pastar hasta las nueve de la noche, hora en que solían dirigirse, por instinto los animales, hacia sus respectivas cuadras, en las diversas casas del pueblo.
Fueron muchos veranos, viviendo lo que has expresado en tu comentario, y que has refrescado en mi memoria, todo cuanto viví en mi niñez y juventud, y que ha pasado por mi cerebro, como si se tratara de una película de cine, solo que fué una realidad en mis recuerdos.
Celebro y doy gracias a Dios que la vida te cambiara para mejor, porque la persona agradecida, como es tú caso, se lo merece.
Reitero mis deseos de Felicidad para tí y tu familia en el próximo Año 2009 en el que vamos a entrar, y para todos los oriundos de Congosto que tan buenos momentos nos hicieron pasr.
Con afecto.
Eduardo.