Buenas tardes Charo, como puedes apreciar, cuando las personas de Congosto se lanzan a comunicar con los demás aportan sentimiento y afectividad, por eso al recibirte en este foro, lo hacen sabiendo que la persona que entra, tiene los mismos sentimientos y a su vez aporta cultura como es vuestro caso.
Haces mención a la carretera que pasa por el pueblo y a sus ya desaparecidos chopos, y añades un punto de recuerdo, la franja de cal que ponían para referencia de los vehículos nocturnos.
Si la memoria no me falla, siguiendo por el fondo de la fotografía, hacia la derecha estaba la casa de los abuelos de Sergio e Irene, y por la zona de la izquierda, casi enfrente había una herrería, y un local pequeñito que hacía de peluquería de caballeros, era la única que había en todo el pueblo, me imagino que ya habrá desaparecido, pero las personas que hacían ambos oficios para mí eran personas maravillosas por su trato con nosotros.
Recuerdo, cuando paseábamos por la carretera, había personas mayores sentados en la puerta en bancos ó asientos de cemento corrido.
Otro recuerdo imborrable era la casa del médico, Don Tomás; su hija Elena era muy amiga de mi familia, solia visitar a los enfermos montado en un caballo blanco, creo que era médico de algún pueblo mas.
Ya iremos recordando y comentando.
Esperaremos ansiosamente las nuevas fotografías de Irene.
Para todos/as un abrazo cordial y afectuoso.
Eduardo.
Haces mención a la carretera que pasa por el pueblo y a sus ya desaparecidos chopos, y añades un punto de recuerdo, la franja de cal que ponían para referencia de los vehículos nocturnos.
Si la memoria no me falla, siguiendo por el fondo de la fotografía, hacia la derecha estaba la casa de los abuelos de Sergio e Irene, y por la zona de la izquierda, casi enfrente había una herrería, y un local pequeñito que hacía de peluquería de caballeros, era la única que había en todo el pueblo, me imagino que ya habrá desaparecido, pero las personas que hacían ambos oficios para mí eran personas maravillosas por su trato con nosotros.
Recuerdo, cuando paseábamos por la carretera, había personas mayores sentados en la puerta en bancos ó asientos de cemento corrido.
Otro recuerdo imborrable era la casa del médico, Don Tomás; su hija Elena era muy amiga de mi familia, solia visitar a los enfermos montado en un caballo blanco, creo que era médico de algún pueblo mas.
Ya iremos recordando y comentando.
Esperaremos ansiosamente las nuevas fotografías de Irene.
Para todos/as un abrazo cordial y afectuoso.
Eduardo.