Preciosas
fotografías PEPIN. Miro con detenimiento éstas instantáneas y puedo asegurarte que casi puedo sentir el olor de la paja al ser pisada por el
trillo, ese olor inconfundible, pero en absoluto desagradable, de las
vacas sudorosas por el trabajo a hora punta en pleno estío... recuerdos de olores
colores y sabores inolvidables que se pegaron a la piel en edad muy temprana y nos compañarán todos los dias de nuestra vida.
Gracias PEPIN por subirlas.
Saludos cordiales a todos/as.