Pertenece a una época difícil para disponer de luz en los
pueblos, un adelanto en aquella época en que las
calles y las
casas solo tenían bombillas eléctricas de una potencia tan reducida que apenas disipaban las tinieblas de la
noche. Unas bombillas de filamentos de tungsteno o incandescentes, que han dejado ya de fabricarse. Y es que en la mayoría de las casas no había otro consumo de electricidad, como mucho en unas pocas una radio, cuyo consumo es mínimo... Recuerdos viejos que he vivido... Cuando oigo hablar de la crisis actual, no dejo de sonreírme aunque sea solo para dentro... Pero es
Historia...