En estos pueblos del Norte de Palencia no se pierde el agua. Toda va a parar a arroyos que se dirigen para regar los huertos y campos. Se aprovecha todo. Yo estoy viviendo en el Norte de Chile, en el desierto más desierto del mundo, donde no llueve nunca y sólo existe el agua que viene de las nieves de la Cordillera de Los Andes. Aquí el agua es más valiosa que el oro y cuando se pierde una gota es como cometer un crimen, aunque hay gente a la que le importa muy poco y es totalmente irresponsable. Para llevar agua potable a una ciudad llamada Antofagasta hubo que tirar tuberías de más de 300 kilómetros. Yo construí una de ellas en 1980.
Eloy Santos, desde Chile.
Eloy Santos, desde Chile.