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Son recuerdos imborrables, Charo, ese carro preparado para transportar la paja desde las eras hasta los pajares, que nos servía de animación a unos y otros, recuerdo que asomabas la cara por la compuerta del pajar, y te caía un monton de paja que se te metía por dentro de la ropa, la consecuencia era que al finalizar, teníamos que ir a bañarnos al rio, coritos como bien dices tú Charo, pero satisfechos de haber pasado una jornada agradable.
Imagínate lo que suponía a los que veníamos de la gran ciudad.
Recordaba a mi abuelo, que cuando traían la mies y ya calentaba el sol, nosotros encima del carro, y para que tuvieramos sombra, nos colocaba unas ramas para protegernos.
¡Nunca olvidaré esa generosidad de quien no siendo mi abuelo, (para mí lo era), tenía para con nosotros!
Fueron momentos que en mi niñez se me grabaron como si fuera a fuego pero orgulloso de él.
Recuerdo esas garias con las que echaban la paja y a las que tú te refieres, con nostálgia sí, es cierto.
Recibir un abrazo muy cordial todos y todas en medio de éstos bonitos recuerdos.
Eduardo.
Imagínate lo que suponía a los que veníamos de la gran ciudad.
Recordaba a mi abuelo, que cuando traían la mies y ya calentaba el sol, nosotros encima del carro, y para que tuvieramos sombra, nos colocaba unas ramas para protegernos.
¡Nunca olvidaré esa generosidad de quien no siendo mi abuelo, (para mí lo era), tenía para con nosotros!
Fueron momentos que en mi niñez se me grabaron como si fuera a fuego pero orgulloso de él.
Recuerdo esas garias con las que echaban la paja y a las que tú te refieres, con nostálgia sí, es cierto.
Recibir un abrazo muy cordial todos y todas en medio de éstos bonitos recuerdos.
Eduardo.