Te agradezco tus buenos deseos, Charo, pero aun me queda una semana de sufrir los calores de la Gran Ciudad, como tú la denominas, para nosotros, el "Gran sufrimiento" porque nos gustaría estar en una fuente similar, refrescándonos y oyendo el murmullo del agua.
Mientras, disfrutaré de los comentarios tuyos y de Rubí, ya que los demás ya se han marchado.
Sí recuerdo, en el pueblo de mi madre, que íbamos mi primo y yo a por agua a la fuente, (éramos los designados por la familia) que estaba, bién en la plaza, ó por encima de ésta que había otra fuente de estas mismas características, un caño de hierro grueso y que, sí me llamaba la atención, que lo tapaban con un trozo de madera, para que no saliera tanto, debe ser que aunque había agua de sobra, nos daban el ejemplo de conservar un bien que ahora se hace tan escaso.
Creo que a las tabas, hemos jugado todos, guajes y guajas, como tú dices, pero la relación era muy agradable porque existía una buena amistad, muchas guajas y guejes, eran hermanas y hermanos de amigos e hijos/as de amigos de nuestros padres, con lo cual transcendía el buen ambiente, incluso sigue habiéndolo cuando nos encontramos en algún lugar, recordando los momentos pasados en compañía.
Creo que algunos se han casado y aunque salieron del pueblo, tienen formada una familia envidiable, lo cual denota la formación religiosa que ambos recibieron, porque en la Montaña Palentina es donde se han visto las vocaciones más firmes que al menos yo he podido ver y comprobar.
Bueno, os deseo un feliz fin de semana, que no paseis calor y que puedas disfrutarlo, Charo, con tus "diablillos"
y los demás desear que lo estén pasando bien.
Un abrazo cordial para todos/as.
Eduardo.
Mientras, disfrutaré de los comentarios tuyos y de Rubí, ya que los demás ya se han marchado.
Sí recuerdo, en el pueblo de mi madre, que íbamos mi primo y yo a por agua a la fuente, (éramos los designados por la familia) que estaba, bién en la plaza, ó por encima de ésta que había otra fuente de estas mismas características, un caño de hierro grueso y que, sí me llamaba la atención, que lo tapaban con un trozo de madera, para que no saliera tanto, debe ser que aunque había agua de sobra, nos daban el ejemplo de conservar un bien que ahora se hace tan escaso.
Creo que a las tabas, hemos jugado todos, guajes y guajas, como tú dices, pero la relación era muy agradable porque existía una buena amistad, muchas guajas y guejes, eran hermanas y hermanos de amigos e hijos/as de amigos de nuestros padres, con lo cual transcendía el buen ambiente, incluso sigue habiéndolo cuando nos encontramos en algún lugar, recordando los momentos pasados en compañía.
Creo que algunos se han casado y aunque salieron del pueblo, tienen formada una familia envidiable, lo cual denota la formación religiosa que ambos recibieron, porque en la Montaña Palentina es donde se han visto las vocaciones más firmes que al menos yo he podido ver y comprobar.
Bueno, os deseo un feliz fin de semana, que no paseis calor y que puedas disfrutarlo, Charo, con tus "diablillos"
y los demás desear que lo estén pasando bien.
Un abrazo cordial para todos/as.
Eduardo.