Generalmente, Emigrao, en los pueblos de la Montaña Palentina, la Calle Mayor ó principal era la carretera, de hecho, en sus principales fiestas se celebraban en la Plaza del Ayuntamiento por la que solía discurrir dicha carretera.
Son pueblos pequeños que hermanan a sus habitantes y asímismo, se ayudaban unos a otros por la orografía del terreno, por ejemplo, hay pueblos que están uno de otro a dos kilómetros escasos, y siempre en el caso de surgir alguna circunstancia anómala, enseguida llegaba la ayuda del otro pueblo.
Es un sentimiento que se suele reflejar por esa zona, por eso el signo de los toques de las campanas, que se oyen indistintamente en uno u otro sitio.
Es cierto que en la fotografía se ven como niños de ciudad, pero piensa que son descendientes, de personas que han emigrado a las grandes ciudades, pero también pueden ser oriundos que como cada año suelen volver por el tiempo del estío.
Yo incluso me he sentido en el pueblo de mi madre como oriundo del mismo, e incluso no ha existido diferencia en la forma de vestir, pues como sabe bien Charo, en día de fiesta, cambia el aspecto de todos.
Aunque no te lo parezca, Charo, no por el hecho de ser de ciudad dejo de hechar de menos dichos juegos en esos pueblos.
Un fuerte abrazo para vosotros, y mejórate Emigrao.
Eduardo.
Son pueblos pequeños que hermanan a sus habitantes y asímismo, se ayudaban unos a otros por la orografía del terreno, por ejemplo, hay pueblos que están uno de otro a dos kilómetros escasos, y siempre en el caso de surgir alguna circunstancia anómala, enseguida llegaba la ayuda del otro pueblo.
Es un sentimiento que se suele reflejar por esa zona, por eso el signo de los toques de las campanas, que se oyen indistintamente en uno u otro sitio.
Es cierto que en la fotografía se ven como niños de ciudad, pero piensa que son descendientes, de personas que han emigrado a las grandes ciudades, pero también pueden ser oriundos que como cada año suelen volver por el tiempo del estío.
Yo incluso me he sentido en el pueblo de mi madre como oriundo del mismo, e incluso no ha existido diferencia en la forma de vestir, pues como sabe bien Charo, en día de fiesta, cambia el aspecto de todos.
Aunque no te lo parezca, Charo, no por el hecho de ser de ciudad dejo de hechar de menos dichos juegos en esos pueblos.
Un fuerte abrazo para vosotros, y mejórate Emigrao.
Eduardo.