Cuando uno se pierde por los caminos y valles de La Ojeda, siempre nos encontraremos con agradables sorpresas. Uno pasea por el campo de La Vid y, de repente, apareció esta preciosa vista de Dehesa de Romanos. Dos barrios con una iglesia que mira a uno y a otro. Es Santa Eugenia, una joya románica, que sorprende a cualquier viajero que no la conozca. El sol del atardecer envuelve el paisaje con una iluminación cálida y acogedora.