Parece ser que con tanta
fiesta aumentan los residuos de vidrio. Y nadie está por la labor de perder sus días de fiesta, ni en
Semana Santa. Quizás se arreglase, si cada vecino, pensara que los demas tambien tienen derecho al descanso, y guardasen los vidrios hasta que se vaciasen los contenedores, en lugar de dejarlos alrededor.