En fin, mucho dar vueltas que si la plaza es bonita, que si deja de serlo; que si la anterior era paligrosa, que si la nueva lo es aún más. Yo me he criado en Dueñas y he jugado toda mi vida en la plaza antigua y me he hecho un par de brechas en la cabeza, si si, pero así como me he roto una pierna en las heras, me he hecho tres esguinces jugando en el parque de mi barrio y me he roto la muñeca en el patio de la escuela, un poquito de porfavor, que parecemos gente de ciudad... La plaza nueva es tan peligrosa o más que la anterior y además hay peligro de insolación por la falta de árboles! Pero aparte de la estática de las plazas, yo me pregunto: ¿para que queremos una plaza que NO PODEMOS USAR? Las fiestas son cada vez más tristes desde que se construyó la plaza nueva, como sigamos así no se hasta donde vamso a llegar.
Un saludo de una botijera indignada.
Un saludo de una botijera indignada.