ESPINOSA DE CERRATO: La antigua villa de Espinosa de Cerrato, se sitúa en...

La antigua villa de Espinosa de Cerrato, se sitúa en la ladera de un cotarro que domina la exigua vega del Río Franco, el cual atraviesa encajonado su casco urbano, regando con sus transparentes y en otras épocas trucheras y cangrejeras aguas, sus acogedores y tradicionales huertos. Son tributarios de este río con caudal de arroyo, otros dos que también discurren por su término. Entre sus abundantes fuentes (siete se recuerdan en el escudo de la villa) destaca la de San Miguel. Gran parte del término municipal de Espinosa de Cerrato, es frontero con la provincia de Burgos.
De época romana, según nos relatan testigos de ello, se localizó en su término un pequeño tesorillo numismático, que fue fechado en el Alto Imperio. En el siglo XII, se la mienta a esta villa como "Espinosa de Río Francos". En el siglo XIV, se sabe que el lugar pertenecía y dependía jurisdiccionalmente de la villa de Palenzuela.
El casco urbano de la villa, trepa por la ladera del teso donde se instala y para ello lo hace a través de estrechas callejas, en las cuales veremos mezcladas las viviendas, con las subterráneas bodegas tradicionales del cerrato palentino. Recorriendo la trama urbana de esta villa, bien se nos puede venir a la mente, que recorremos una pequeña "Toledo" cerrateña.
La iglesia parroquial de Espinosa, se sitúa a media ladera, estando dedicada a San Martín de Tours; recordándonos con esta advocación que en algún momento de su historia la villa estuvo bajo influencia franca. En los vestigios de su buena fábrica gótica, se ve bien claro, que el edificio formó parte de un priorato cluniacense (siglo XIII). De esa misma época, se conserva en la fachada norte una buena portada de transición. La planta del templo se distribuye en dos naves, las cuales están cubiertas con bóvedas de crucería. En el interior, destaca el retablo mayor barroco con un original altorrelieve de San Martín partiendo su capa en el tímpano, así como varias esculturas de San Miguel, San Pedro, Santa Barbara y otra de San Martín.
En documento del siglo XVII, se dice que a parte de esta iglesia, en "Espinosa de Zerrato" aldea de abadengo, subsistían las ermitas del Humilladero, San Fructoso, San Cristóbal, San Miguel, San Roque y Santa Lucia. De todas estas ermitas sólo subsiste la de Nuestra Señora de Sauco. Completando la información, diremos que en Espinosa de Cerrato existieron seis molinos de una piedra cada uno y un alto número de colmenares.
Un saludo a todos los espinosiegos: Oscar.