Fontecha me trae buenos recuerdos, todos los veranos ibamos a comprar miel, dábamos una vuelta por el pueblo, que es precioso, bebíamos el agua en esa fuente que hay a la entrada, debe de ser muy buena, según comentan las personas que se siguen molestando en ir a buscarla durante años. Este año estuve en verano y francamente está muy bonito y animado el pueblo. ¡Aupa Fontecha! y ¡Viva Santiago!