La decoración de la iglesia se compone de tres grandes grupos desarrollados a gran escala; el primero de ellos es el uso de las molduras de ajedrezado que recorren todo el perimetro de la iglesia a distintas alturas. El segundo grupo lo forman los capiteles, esculpidos en las columnas que forman las ventanas de los absides al exterior y sobre todo en el interior de la iglesia, cuyas columnas estan todas decoradas con capiteles de inspiración vegetal, animal y humana.