Puerta de entrada a la Iglesia enmarcada por este grandioso pórtico.
Tiene dos portadas de acceso. Una se sitúa a los pies del templo, con arco apuntado. Otra se abre en el lado de la epístola. También apuntada, protegida con un grandioso pórtico, enmarcado todo por el atrio, siendo ésta por su orientación, la utilizada de modo ordinario.