En una de mis novelas, uno de mis personajes ", Jacinto Rodríguez, un chico un poco más bajo que yo, con gafas, vivaracho y que se hospedaba en una pensión en mi misma
calle. Era natural de
Grijota," ". Yo, en un primer momento, pensé en mi paisano Jesús, el más rico del
pueblo, y les pregunté que si en
verano llegaba a sus
casas una cuadrilla formada por multitud de segadores:
- ¡Qué va! –respondió Jacinto- en mi
casa tenemos un criado todo el año, se llama Pascual, está casado y tiene varios hijos.
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