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Botánica para aventureros
Espino blanco también. Albar
(Crataegus monogyna y C. Oxyacanta)
El uso principal del espino blanco o albar se centra en los beneficios que produce en el corazón, si bien el excursionista puede recolectar sus bayas para el consumo.

El espino blanco como comestible
Las bayas del espino blanco son comestibles, aunque su sabor harinoso y su escasa pulpa no las colocan entre las más exquisitas. No obstante, son ricas en vitamina C. Roy Genders, en su libro “Plantas silvestres comestibles” de la ed. Blume, nos da una receta para la conserva de espino blanco:

Se echan las bayas en una cacerola y por cada taza de bayas añadimos media taza de agua. Hervimos a fuego lento durante unos 30 minutos, y cuando las bayas están blandas las machacamos y las ponemos sobre un paño para que el zumo gotee en una cacerola toda la noche. Por cada taza de zumo obtenido añadimos una taza de azúcar. Hervimos, añadimos un limón y removemos hasta que la mermelada se solidifique si sacamos una pequeña cantidad y la echamos en un recipiente frío.

Las hojas tiernas de Crataegus monogyna tienen un ligero sabor a nueces y se pueden añadir a ensaladas.

El espino blanco como bebida
Las hojas se pueden emplear como un sustituto del té; y las semillas tostadas, del café.

El espino blanco como medicinal
El principal uso del espino blanco se centra en sus propiedades cardiotónicas (refuerza, retarda y regula el latido del corazón), conocidas desde la antigüedad. La infusión de las flores está especialmente indicada en angina de pecho, arritmias e insuficiencia cardiaca. Se recomienda como tratamiento después del infarto, y como medida preventiva para mantener el corazón sano en personas sometidas a fuertes tensiones.

También se recomienda para regular la tensión arterial, tanto si se tiene alta como baja, si bien en casos de hipertensión algunos autores aseguran que no es del todo eficaz.

El espino blanco también posee propiedades ansiolíticas (elimina la ansiedad), por lo cual resulta apropiada para aquellas personas cuyo nerviosismo les lleva a padecer insomnio, angustia, taquicardia, etc.

Preparación:
El té de espino blanco se prepara con 1 cucharadita de flores por tacita de agua hirviendo. Se deja reposar 15 ó 20 minutos y se endulza preferiblemente con miel, pues parece potenciar sus efectos.

Recolección y uso:
Las flores de espino blanco es mejor usarlas frescas, pero se pueden secar para conservarlas. También podemos emplear los frutos, que tienen los mismos efectos, aunque son menos activos. Se toma un puñado de frutos tres veces al día.

Otros usos y curiosidades
La madera de espino blanco es dura y densa. Es un buen combustible y proporciona un buen carbón.

Descripción y características
El espino blanco suele ser un arbusto de entre 2 y 4 metros de altura, pero si se le deja puede convertirse en un árbol de 10 ó 12 metros y vivir 500 años.

El Crataegus monogyna y el C. Oxyacanta son muy parecidos.

Las hojas del Crataegus monogyna tienen entre 3 y 7 lóbulos profundos, sus flores son blancas o rosadas, en corimbos, con 5 sépalos y 5 pétalos, sólo un estilo y estambres violáceos. Los frutos son rojos y tienen un hueso. A él pertenecen las fotografías que podéis ver en este artículo.

El Crataegus oxiacanta tiene hojas con entre 3 y 5 lóbulos poco profundos y ligeramente dentadas. Las flores, parecidas a las del C. Monogyna, tienen 2 ó 3 estilos y estambres rojos. El fruto, rojo, tiene 2 ó 3 semillas.