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El conductor del autobús blanco deja su puesto

"Cristiano no merece todo lo que se le critica. Es una gran persona"

"'Fernandito hijo, no corras', me decía Del Bosque"

J. L. Calderón. Madrid 26/12/13 - 16:46.

En el Real Madrid hay vida más allá del terreno de juego. Decenas de profesionales trabajan junto a los jugadores y cuerpo técnico. Los éxitos del equipo son también los suyos. Es el caso de Fernando Manso, un palentino que durante 14 años ha sido el conductor del autobús del Real Madrid. 'Frenando', como le llama Iker Casillas de manera cariñosa, acaba de colgar el volante.

El viaje a Pamplona fue su último servicio de los cientos que ha hecho al club blanco. Un conductor galáctico para un autobús por el que han pasado Hierro, Redondo, Figo, Raúl, Beckham, Owen, Ronaldo, Zidane, Robben, Kaká, Cristiano o Bale, entre otros muchos cracks. "La gente no se imagina la presión y la responsabilidad que eso supone", dice el conductor.

Fernando se baja del autobús con un palmarés envidiable. Hizo su primer servicio al Madrid en enero del 2000. Desde entonces, ha sido testigo de dos Champions, una Supercopa de Europa, una Intercontinental, cinco Ligas, una Copa y cuatro Supercopas. Catorce títulos de blanco, los mismos que Casillas. También es campeón del mundo y de una Eurocopa, tras 20 años de servicio en la RFEF. "Les llevé al aeropuerto y los recogí en esos triunfos", recuerda.

Una vida profesional que le ha dejado miles de anécdotas. Muchas se las guarda y algunas las comparte desde el cariño y la admiración. "Ha sido un orgullo y un honor. Les deseo lo mejor a los nuevos conductores", afirma.

"Este tío es del Atleti fijo", bromeaban desde dentro del autobús. No nos dejó ir hasta que tramitó la multa"

Problemas con un policía que era del Atlético
"Del Bosque era el entrenador y llegábamos tarde al aeropuerto para coger el avión. Viajaban para un partido de Champions. Pillamos tráfico y aproveché una vía de servicio para ganar tiempo. A un policía no le debió de gustar y nos paró. Se puso a pedirme la documentación. Le dije que me dejase llevarles y que luego se lo presentaba todo. Pero no había forma. Del Bosque, Toni Grande y hasta Hierro y Figo se bajaron para pedirle que nos dejase continuar. Pero nada. "Este tío es del Atleti fijo", bromeaban desde dentro del autobús. No nos dejó ir hasta que tramitó la multa".

Del Bosque: «Fernandito, hijo, no corras»
"Recuerdo que una tormenta impidió al Madrid volver en avión de Santander. Tuvimos que regresar en el autobús y llovía a cántaros. 'Fernandito, hijo, no corras", recuerdo que me decía Del Bosque. Justo lo contrario que Grande, que siempre bromeaba conmigo dándome cera. "No le hagas caso, dale caña", decía.

11.000 kilómetros para ir a Glasgow y volver
"Durante ocho años viajé con el autobús por Europa, salvo los partidos en Moscú. El viaje más largo que hice fue a Glasgow para la final de la Novena. Entre ida y vuelta fueron unos 11.000 kilómetros. Recuerdo que llegué a Madrid dos días más tarde que el equipo y me fui directo a La Cibeles. Di dos vueltas a la fuente antes de ir a las cocheras. Los coches nos pitaban y la gente nos jaleaba".

Se jugaban a la lotería las matrículas de los autobuses
"Durante mucho tiempo, la gente del club y algunos jugadores comprábamos décimos para la lotería con el número de las dos matrículas de los autobuses. Incluso, jugadores que se marchaban los seguían encargando. Nunca ha tocado nada, pero yo los sigo comprando".

Pellegrini salió del vestuario sólo para abrazarle
"La primera vez que regresó Pellegrini al Santiago Bernabéu tras sus salida del Madrid, me encontré a su segundo y le dije que por favor le diese recuerdos al míster de mi parte. A los cinco minutos salió Pellegrini para darme un abrazo. Sólo salió para eso. Luego volvió a meterse al estadio. Es una gran persona".

" ¡Para mí has terminado, has abrazado a mi enemigo!", le gritó Mourinho

La virgen de Fátima que le regaló Mourinho
"Mou tuvo una fuerte enganchada con Preciado en su primera temporada. El viaje a Gijón fue complicado y al final del partido hubo problemas. Los ayudantes de Mou se encararon con Preciado. Yo, que le conocía de hacía mucho tiempo, me despedí de él y nos dimos la mano. Cuando subí al autobús, la bronca que me pegó Mou fue monumental. " ¡Para mí has terminado, has abrazado a mi enemigo!", me gritó. Pensé que era mi último viaje con el Madrid. Pero Mourinho esconde un gran corazón dentro de su fuerte carácter. Al llegar al aeropuerto, me pidió perdón y me dio un abrazo. Luego se echó la mano a un bolsillo del abrigo y me regaló una estatuilla de la virgen de Fátima. 'Guárdala, que te dará suerte', me dijo. Y me volvió a abrazar antes de irse".

De poner Kiss FM a los CD’s con "música moderna"
"Al principio la música la ponía yo y escuchábamos Kiss FM en los trayectos. También ponía un CD que me preparaba una buena amiga. Pero poco a poco los jugadores se fueron implicando más en la música y ya son ellos los que me hacen llegar sus CD's con música moderna. Los entrenadores no dicen nada. Bueno, Mou prohibía la música en el autobús cuando perdían o hacían un mal partido. Decía que no había nada que celebrar».

Despistes de los canteranos al sentarse en el autobús
«Los jugadores se sientan siempre en los mismos asientos, es una cuestión de antigüedad. Nadie se sienta en un sitio que no sea el suyo, pero siempre hay alguien que se despista, sobre todo, los canteranos. No recuerdo quién fue, pero se sentó en el sitio de Raúl. ‘Quítate de ahí que la lías’, le avisó un jugador. El chico se levantó y se buscó otro. Diego López cuando volvió, y como sabía de qué iba la historia, me preguntó antes. ‘ ¿Dónde me puedo sentar?’ Diego es un chico espectacular, serio, responsable. Una gran personal».

Las bolsas de pipas que le encargaba Beckham
"Beckham me encargaba a mí y a otro empleado del club que le comprásemos pipas antes de los partidos. Nos contaba que a Victoria le gustaban también mucho. Se las comprábamos, pero nunca nos las pagaba el tío -ríe-. Lógicamente, tampoco le dijimos nada nunca. Un día me encontré un billete de cinco euros en su asiento del autobús. Cuando le vi, se los devolví. Beckham cogió el billete, me dijo que muchas gracias y se marchó".

El silencio a la llegada al Bernabéu ante el Borussia
"Jamás olvidaré la llegada en el autobús al Bernabéu el día del Dortmund. Brutal el gentío que había. Normalmente desde Castellana hasta que meto el coche en el estadio tardo cinco minutos. Aquel día necesitamos casi 20. No podíamos pasar. Hubo jugadores que se pusieron de pie para grabarlo con sus móviles y me pidieron que quitase la música para escuchar el ambiente. El silencio dentro del autobús ponía los pelos de punta. Fue la apoteosis. "Nunca he vivido nada igual", escuché decir a Mou, que estaba igual de asombrado que todos. La policía no daba abasto para retirar a la gente".

Carteras, móviles y el pendiente de Drenthe
"Siempre hay alguien que se deja algo olvidado cuando repaso el autobús tras cada trayecto. Carteras, pulseras, móviles... Un día encontré un pendiente de Drenthe. Debía valer mucho dinero o tener un valor sentimental grande porque el chico lo estaba buscando por todas partes. Helguera y Celades eran los jugadores más despistados".

De la bola de billar a las bengalas en el autobús
"El día que más miedo pasé en el autobús fue cuando lo apedrearon en La Coruña cuando íbamos al estadio. Rompieron cuatro lunas y recuerdo que algunos jugadores se tiraron al suelo. En otra ocasión intentaron quemar el autobús. Lo apedrearon y lanzaron dos bengalas. En Sevilla me agredieron con una bola de billar que iba dirigida a Beckham, pero rebotó en el autobús y me dio a mí".

Un defensor de la calidad humana de Cristiano
"A Cristiano me gustaría que la gente que le critica le conociese, porque todos cambiarían de opinión radicalmente. No merece todo lo que se le critica. Es una gran persona, un tipo extraordinario. Son ese tipo de jugadores que te marcan, un grande en todos los sentidos. La gente que habla de él no le conoce".