Desde el punto de vista toponímico y según las investigaciones del estudioso Roberto Gordaliza, el nombre de Herrera deriva del latín ferraria (
herrería). Respecto a su apellido, de Pisuerga, está claro que alude al
río y algunos autores lo relacionan con el otro nombre que tuvo la ciudad: Pisoraca (si bien este nombre latino, tal y como apuntan los entendidos 'se aplicó sólo a una ciudad de la
vía romana en la época antigua. Sólo en el
medievo se aplicó al río', comenta Gordaliza). El caso es que siguiendo distintas derivaciones, incluyendo las griegas y las de origen ibérico, se ha llegado a la conclusión de que
Herrera de Pisuerga significa lo siguiente: 'La Ciudad de la Herrería al lado del río de las dos ciénagas (Pisuerga)'. Ahí es nada, pero es verdad.
Aunque según el profesor Guillermo Tejada: 1º- Es indudable que la primera parte del nombre, "Herrera/o (La) Herrera", es un topónimo
medieval que hace referencia clara a una "ferrería" o taller que trabajaba seguramente primero con el mineral, y después con el metal, de hierro.- (Esto en cualquier época de la
Historia, y sobre todo en la Edad Media, era muy importante). Y 2º- En cuanto a la segunda parte, "de (l) Pisuerga", es claro que es un nombre prerromano heredado desde la época de la conquista romana, "Pisórica o Pisoraca"... Todo nos lleva a pensar que en realidad esta palabra celta compuesta podría referirse al redundante prelatino " (I) B (i+ i) s (o+o) ri-ca" -cambiando fonéticamente la "B" por "P"- como "río-río-río pequeño", o a una palabra compuesta por "Piso/a", "
molino-s", +úrica/orica/oreca/oraca ", diminutivo de "ura", "río pequeño" o redundante de "ura/oria", "río" + "aca", "río", = "río-río"; aunque también "aca"/o -ca", podrían hacer de locativo o de calificativo. Y así "Pisuerga" podría significar: "el pequeño río del molino/o los
molinos", refiriéndose tal vez al brazo del Pisuerga más pequeño y más cercano a la villa, como caz/cad o cauce molinar; "el río del molino o de los molinos"; "el lugar del molino/o molinos de río" o "el lugar del río del molino o de los molinos". De ahí su nombre pasaría a la villa, a la vez que lo heredaría el río grande. - (Y es curioso que también el pequeño afluente, que confluye aquí con el Pisuerga, tenga un nombre prerromano o celta, "Bur-ejo", diminutivo de " (I) Bur", abundancial de "río" -como (I) Ber-, más el diminutivo "-ejo"; es decir, "río pequeño").
La historia de Herrera se identifica con las numerosas excavaciones arqueológicas que se han realizado en los últimos años en sus alrededores. Los restos más antiguos son materiales líticos del paleolítico, fechados cinco mil años antes de
Cristo. Fue muy importante el asentamiento
romano de la Legión IIII Macedónica (año 20 antes de Cristo), que durante sesenta años sentó campamento en el poblado conocido como Pisoraca con el fin de acabar con la rebeldía de astures y cántabros.
Gracias al trabajo de investigación que realiza en este lugar el Instituto de Estudios Pisoraca, se están encontrando
cerámicas, cristal restos de
edificios y materiales que aportan interesantes datos. Algunas de las piezas encontradas se pueden contemplar en el
Museo Arqueológico de
Madrid. En los aledaños del municipio se han encontrado catorce términos augustales, es decir, mojones de señalización que utilizaba la legión para diferenciar territorios.
Tras la caída del imperio Romano tomaron asiento en Herrera los visigodos, que se ubicaron en la vieja ciudadela. En el año 1931 el arqueólogo Julio Martínez rescató de una necrópolis abundantes ornamentos con los que se enterraba a las mujeres visigodas. Entre ellos destacan hebillas rectangulares, fíbulas de bronce y objetos habituales del ajuar femenino. Un espacio en el que actualmente está el
cementerio de la ciudad.
Y la existencia de un
castillo en la Edad Media indica que fue un poblado de señorío nobiliario.
El 30 de abril de 1902, la reina regente doña Cristina otorgaba el título de ciudad al
pueblo de Herrera de Pisuerga, 'queriendo dar prueba de Mi Real aprecio a la Villa de Herrera del Río Pisuerga, provincia de
Palencia, por su aumento de población e importancia industrial y comercial'.
Agricultura y
ganadería. A pocos metros de su cementerio se encuentra la
ermita de la
Virgen de la Piedad,
edificio de una sola nave del siglo XVIII cubierto con
bóveda de cañón,
cúpula sobre el presbiterio y
espadaña a los pies. En su interior se pueden ver pinturas murales de M. Lantada, firmadas en 1903, y lienzos firmados en Madrid en 1911, además de un precioso presbiterio en el que se levanta un
retablo baldaquino que acoge a la patrona, la Virgen de la Piedad, en
escultura del siglo XVI.
El conjunto urbano, declarado Bien de Interés Cultural en 1990, se distingue con señorío por sus restos de
muralla. De ellos destaca la
Puerta Nueva del siglo XVI, con marcado estilo renacentista, que muestra al espectador dos caras y
arcos distintos. Todo depende si se mira su cara exterior, orientada al noreste, o la interior, encarada hacia la
plaza Mayor, remanso de solana y centro neurálgico de la vida cotidiana.
Herrera tiene
casas blasonadas que recuerdan estirpes y clases de nobleza distinguida. Y por tener, tiene su templo parroquial, con
torre de buena cantería y tres naves separadas por pilares. En su interior se encuentra un retablo mayor salomónico y en la nave de la epístola, un retablo rococó con
esculturas de
san Francisco Javier.
De todos modos, casi seguro que no pasará desapercibida su
plaza de toros. La misma fue construida en 1952 sobre los restos de su antigua fortaleza, en particular, sobre las
ruinas de las caballerizas. Es el coso para rendir culto a la
fiesta nacional que goza de buena salud en Herrera.
Herrera de Pisuerga pertenece a la comarca del Boedo y se enmarca en el área más suave y sureña de la
montaña palentina. Fue la antigua Pisoraca de los
romanos y ostenta el título de ciudad desde 1902. Sus yacimientos arqueológicos, de relevada resonancia, o la fama de sus
huertas son dos de sus distintivos.
La ciudad rinde tributo a la Virgen de la Piedad y destacan la plaza de toros y el Festival del Cangrejo, de prestigio regional, sin dejar de lado su ya mencionada
huerta, envidia de la zona y culpable de su extraordinaria y refinada gastronomía.
HISTORIA. Habiendo llegado a esta pobl. el rey San Fernando año 1218 fue reducido a prisión D. Álvaro de Lara quien habia salido de esta pobl. donde se hallaba a ver al
ejército que acompañaba al rey, y hecho de este ejército el mayor desprecio. La reina Doña Berenguela le puso en libertad a condición de entregar las
plazas que tenían sus parciales. Cuéntase Herrera entre las pobl. que en 1334 tomó a los grandes que se habían revelado, el rey de Castilla D. Alonso. En 23 de abril de 1834, el coronel D. Saturnino Albuin batió en Herrera al carlista Merino, matándole un sobrino llamado Gervasio Barbadillo y al padre del caudillo carlista Balmaseda.
* Diccionario Geográfico - Estadístico - Histórico de
España y sus posesiones de Ultramar, Pascual Madoz. Madrid, 1848.