El declive de Herrera no esta en una fallida fiesta del cangrejo o de la patata de la que dicen proviene el mundo. La gran diáspora de la década de los sesenta produjo una revitalización económica y un ligero aumento demográfico, consecuencia por un lado del mayor poder adquisitivo de la juventud que se fue y, por otro la llegada de agricultores de los pequeños pueblos del entorno que buscaban en esta pequeña capital servicios mas cercanos y mejores.
Los nuevos vecinos compraban buenas casas y
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No estoy nada de acuerdo contigo, a principio de los años 60, Herrera tenia unos 3000 habitantes y no es que vinieran a Herrera gente de otros
pueblos mas pequeños, si no que los de aqui tambien se fueron, incluso a
Alemania, y no es que arreglaran las
casas de los abuelos, si no que vendieron sus casas y sus
huertas para comprarse el piso en Bilbao, en Santander o donde fueran, esa es la realidad, la diaspora fue para todos, Herrera incluida.