Como olvidar mi querida estación, hoy me parece de trenes de juguete. Desde ella viaje en aquellos coches de madera que cuando llegabas a destino tenias el culete cuadrado pero el pecho inflado de la alegría que producía viajar en tren. Desde esta estación viaje en el precioso TAF que corría muchísimo y no te llegaba el humo negro de la locomotora de carbón. Fueron los días grandiosos del desarrollo del ferrocarril y Herrera con su pequeña estación pudo disfrutar de aquella época.
Como bien dices ... (ver texto completo)
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