La famosa
huerta preciosa de Herrera hoy no es ni parecida a como era en la mitad del siglo XX, con sus canteros de toda clase de
hortalizas, sus pequeñas casillas, una en cada pequeña huerta, su gran cantidad de
arboles frutales de diversas clases y variedades, sus pequeños linderos y
caminos, regueras y surcos en un perfecto orden y simetría. En la actualidad todo esto esta roto y desaparecido, invadida por una grande
carretera que la cruza, sus pequeñas parcelas convertidas en grandes superficies
... (ver texto completo)