Si, realmente tienes razón, Piedad. Aquellos tiempos ya no volverán. Antes, estábamos en contacto con la naturaleza de una manera, valga la redundancia, muy natural. Mi abuela tenía conejos y gallinas: se mataba un chino cada año, nos subíamos a la mula del carro del pan de mi abuelo. Si llovía, interrumpíamos el juego para ir a por caracoles, al castillo o cerca de la estación. Sabíamos de ligaternas, cogíamos grillos y no nos asustaban más de lo necesario los insectos que nos rodeaban...
Un verano, ... (ver texto completo)
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menos mal que tu lectura y la de magos es relajante y cariñosa, lo cual es digno de agradecer, cosa que nunca podran conseguir otras personas. UN BESO chicas.