No Cristina, no soy yo. Mi llegada a Herrera en
verano, casi siempre era en la víspera del concurso de
disfraces, por lo que no me quedaba otra que disfrutar como mera espectadora con los disfraces tan fantásticos con que nos deleitábais. La única vez que me disfracé con vosotros, fué en la carroza de Neptuno y las sirenas (de la que hay algunas
fotos colgadas) y fué porque ese año debí de ser muy buena, ja, ja, y mi padre me dejó quedarme desde el Cangrejo hasta después de
Fiestas de la Piedad,
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