A mí me parece que el pintor fué muy osado por pintar, sin previo aviso, a la
familia del alcalde en un
retablo de la
ermita. El, (el pintor) alegó en su dia que cuando le hacen encargos de este tipo se sirve de
fotos de
amigos y conocidos para pintar las caras, cosa que no veo mal, pero si veo mal que dichas caras sean de gente del lugar. Si estas caras las pinta en un retablo de
Valladolid, por ejemplo, pasa desapercibido y en Herrera que ponga las caras de gente de otros lugares. Hay que tener
... (ver texto completo)