¡Goyita que gusto me da verte así de guapa!, y esas orejuelas tienen una pinta buenísima, cada vez te salen mejor.
Estos días de
Carnavales seguramente en todos los hogares herrerenses no faltarán una buena bandeja de ese
postre tan exquisito y tan nuestro.
A mi también como a Angel, y estoy segura que a muchos de vosotros, viene a nuestra memoria el recuerdo de cuando eramos niños, de ver a nuestras madres, (o en mi caso abuela, que era la que las hacía) la elavoración de las tradicionales orejuelas
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