Hola Piedad, precioso animal, por su aspecto le cuidabais mucho, no solo con la alimentación también con el cepillo. Por su tamaño y su manifiesta fuerza debería estar bien educado, me imagino que respondería a todas la ordenes, especialmente a la de parar, si no fuera así, me parece que arrastraría a cualquiera.
Cuando se es niño, la vida en un
pueblo es fantástica, pero todo es una rutina, estábamos esperando cualquier acontecimiento que se saliese de ésta para divertirnos aún más, eso les pasaba a los cazadores que estaban esperando el día en que se abría la veda para pegar cuatro tiros por el
campo, después algunos se reunían para comentar y exhibir su bien empleado día, otros se iban directamente a
casa con toda la canana completa de cartuchos. Un domingo primero de apertura de veda, en que hacía mucho
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