Entre los años 19 a. C. – 29 d. C. en el espacio geográfico que hoy ocupa Herrera se asentó un cuerpo
militar romano, la Legio IIII Macedónica, para afrontar el acontecimiento bélico de las Guerras Cántabras desde un enclave estratégicamente ubicado. Esa larga estancia de una Legión y de la población civil que la acompañaba, ha dejado una serie de vestigios arqueológicos en Herrera que, junto con las formas de vida del mundo militar, son recreados en el Aula de
Arqueología.
El Aula de Arqueología de
Herrera de Pisuerga recupera de una forma amena, entretenida y didáctica los elementos de la vida cotidiana militar y civil, con reproducciones de modelos originales. El Aula aparece estructurada en tres partes bien definidas: un espacio exterior; un espacio interior dedicado al mundo militar y otro espacio interior dedicado al mundo civil.
El espacio exterior, al aire libre, muestra una
torre defensiva, una calzada, un conjunto de miliarios y de estelas funerarias, varias aras votivas y una palestra. Con ello el visitante puede conocer la importancia de las estructuras viarias en el Imperio Romano y la presencia de la religión en el mundo funerario y en la vida familiar; asimismo se recrea el espacio en que los soldados se entrenaban para la guerra (la palestra).
En el interior del Aula hay dos espacios: uno militar y otro civil. El espacio militar muestra en dos amplios paneles explicativos la conformación de un campamento legionario y la extensión del imperio romano. Asimismo se recrea la indumentaria y el equipamiento de los soldados legionarios y en dos salas aparte el “armamentarium” (repertorio de armas y equipamiento del soldado) y el “cubiculum” (oficina del pretor). Un espacio final muestra detalladamente los
escudos, las
banderas y el
estandarte de la Legio IIII Macedónica.
El espacio dedicado al mundo civil, recrea una
calle, un taller de alfarero y una taberna. En la calle encontramos grafitis y escenas de trabajo pintados en las paredes, juguetes infantiles y objetos de ajuar. El taller de alfarería muestra el modo de trabajo de un alfarero militar, la variada tipología de objetos que fabricaba y una maqueta del
horno en que se cocían las
cerámicas. En la taberna se pueden contemplar las tinajas donde se guardaba el vino, diversas formas de vasos y jarras, algunos
juegos con que los soldados entretenían su tiempo de ocio y, en una alacena, una didáctica representación del sistema monetario romano (aureo, denario, sestercio, dupondio y as).
En definitiva, el Aula de Arqueología de Herrera de Pisuerga muestra a sus visitantes una plasmación global del mundo militar legionario, con su correlato de población civil, desde su llegada al enclave geográfico de Herrera de Pisuerga hasta su marcha en el 39 d. C.