En su versión original: jaquelado de quince piezas de oro y veros (al uso de la
casa de Nava, de ascendencia astur-leonesa).
Rama principal: jaquelado de quince piezas de oro y veros, y bordura componada de
Castilla y León. En la
capilla del Condestable de la
catedral de
Burgos hay un magnífico ejemplo de estas armas, donde la bordura ocupa casi la mitad de la superficie del
escudo, y los compones se reducen a ocho, los compones de Castilla en
cruz, los de León en aspa.
La Casa de Velasco es un linaje nobiliario español perteneciente a la alta nobleza española y que alcanzó, en la Edad Media y Moderna, sus mayores cotas de poder e influencia en el Reino de Castilla. A pesar de estar presente desde el siglo XII, fue con la dinastía de los Trastámara que alcanzó su mayor encumbramiento, siendo ya, a la llegada de los Habsburgo, duques de Frías, condes de Haro y condestables de Castilla. Sin embargo, la llegada de los Borbones marcaría la caída de la influencia de este linaje que continúa hasta nuestros días.
Origen legendario
Al uso habitual de los grandes linajes nobiliarios, los Velasco también aludieron a orígenes legendarios para justificar y consolidar su poder. De entre todas las leyendas que se trasmitieron de este linaje, fueron muy populares aquellas que aludían a su origen visigótico, recurso habitual de las
casas españolas. En la inscripción apócrifa del túmulo de la reina Velasquita, reza ya la popular frase "antes que dios fuera dios y los peñascos peñascos, los Quirós ya eran Quirós y los Velascos Velascos". Los cronistas que narraban las mitologías genealógicas, hacían a los Velasco descender de un caballero visigodo apodado "el Velasco" por su destreza domando de las velas de navegación. Este mismo caballero, según la leyenda, estaría presente en el legendario desembarco de Laredo y establecería su casa solar en el
Valle de Mena, o según otras
fuentes en Carasa (en el
barrio de Angustina, donde se encuentra la Casa Pico de Velasco). Sin embargo, la mayoría de las crónicas de los siglos XIII y XIV aseguraban que los Velasco eran descendientes directos de Fernán González, primer conde de Castilla, lo que justificaría el posterior uso del patronímico "Fernández" a pesar de la escasez de miembros del linaje con el nombre de Fernando.
Origen documentado
El mote "Velasco" existe desde la alta edad media como nombre propio, creando gran confusión al encontrarlo en fuentes documentales no relacionadas con el linaje. Sin embargo, es desde el año 976, cuando aparece la primera referencia documental que hace mención al mote de Velasco como apellido o indicación de linaje, en el "Codex Emilianensis" del
monasterio de
San Millán. En dicho codex (año 976) aparece un "Velascvs", claramente relacionado con unas escrituras de donaciones al mismo monasterio correspondientes al año de 1096, donde aparece un "Diego Díaz de Velasco" junto a su mujer "doña Anderquina". El dicho matrimonio aparecen en el documento en calidad de benefactores del monasterio, donando al mismo los
Palacios de Tripiano, una
iglesia, varias casas, y una hacienda en Alvín. En el mismo documento, figuran también los nombres de los padres y hermanas de don Diego Díaz de Velasco, lo que nos permite reconstruir una genealogía con mayor seguridad.
Esta genealogía, aportada gracias al "Codex Emilianensis", nos permite decir, con seguridad, que los Velasco que conocemos recibieron su patronímico de su antepasado Diego Ruiz, señor de las casas de Velasco o Velascori por el año 1115, a quien los cronistas posteriores hicieron hijo de Fernán González, pero cuyo verdadero origen no está lo suficientemente documentado.