Esta
fotografía sirve para ilustrar viejas
costumbres afortunadamente ya casi desaparecidas. Aunque las niñas que aparecen con sus respectivas tablas de lavar se divierten jugando, esta tarea no debía ser muy agradable. Las mujeres eran quienes tenían que soportar las incomodidades de estas duras tareas sobre todo cuando el
agua estaba
helada, las manos encallecidas por la humedad, frotando hacia adelante y hacia atrás sus lumbares se resentían. Observad que algunas prendas son negras y las niña de atrás va de luto. Las mujeres y también las niñas mayores de entonces estaban condenadas a vestir de negro durante una larga temporada cuando fallecía algún familiar. Los hombre, por el contrario sólo llevaban una franja o un botón negro durante un tiempo. Hoy el
color negro se lleva a veces por moda o por placer, pero antes era una imposición y siempre iba asociado al luto. Esa
costumbre tiende a desaparecer de lo cual me alegro. En primer término y de izq. a dcha. Angelines Moral, las hermanas Marisol y Blanca Fernández, de
Madrid, y mi hermano Pepín, detrás, de izq. a dcha. Puri de Miguel, Isabel? (hija de David e Isabel) y Piedad Gónzález y en último termino, de luto, mi hermana Marisa y otra niña que no logro identificar.