Con un poco de pudor pongo imagen a lo que he hablado en muchas ocasiones: Aquí estoy saliendo de la
panadería Talega con el mejor botín, su riquísimo
pan. Cada mañana, los días que estuvimos en Herrera, fuí la voluntaria en ir a
comprar el pan. Lo he dicho mil veces, pero es que me encanta el olor de la panadería. ¿Y que mejor manera hay de empezar el día que un desayuno con pan de Herrera?