Imágen de la corona real de la
Virgen de la Piedad durante su Coronación en 1958. Fué labrada en oro por el orfebre burgalés Maese Calvo y rematada con pedrería. Esta pieza habitualmente se encuentra depositada en una caja de seguridad de un banco. La que habitualmente luce la Virgen es una réplica y que ya ha sido objeto de robo en alguna ocasión (concretamente en el 2009).